¿Qué son las barreras infrarrojas de un sistema de alarma?

Aunque el nombre suene un tanto exótico, lo cierto es que todos hemos visto alguna vez una barrera infrarroja. ¿Dónde? Pues en las películas, cuando el espía o el ladrón echa un gas que le permite ver los haces de luz que debe esquivar como acróbata, para no activar las alarmas y fracasar en su misión secreta. Este mismo sistema se utiliza hoy en día para establecer perímetros de seguridad, sobre todo en zonas exteriores o jardines. Aquí revisaremos cómo funcionan estas barreras, en qué se diferencian de los sensores de movimiento y cuáles son los pros y contras asociados a este dispositivo de seguridad.

Cómo funcionan las barreras infrarrojas

Las barreras infrarrojas son dispositivos que se integran a un circuito más amplio de alarma. Básicamente, son dos piezas que se instalan enfrentadas; una de ellas emite un haz de luz en el espectro infrarrojo, la otra lo recibe y lo detecta. Cuando el dispositivo receptor deja de recibir la señal lumínica, interpreta esto como indicador de que alguien (o algo) ha atravesado por delante de ella y emite una señal de alarma a toda la red de vigilancia. Esta señal detonará las acciones que hayan sido especificadas, ya sea alertar al equipo de seguridad de sitio, a las autoridades, emitir una señal sonora o la combinación de todas ellas, según las preferencias del usuario.

Diferencia entre sensor de movimiento y barrera infrarroja

Hay muchos tipos de sensores de movimiento, pero son los de tipo infrarrojo los que normalmente se confunden con las barreras infrarrojas, en virtud de su nombre similar. Sin embargo, los sensores de movimiento no necesitan dos puntos de anclaje para funcionar, sino que simplemente uno, desde el cual el dispositivo emite un haz de luz infrarroja que le permite detectar principalmente cambios de temperatura en el perímetro asignado. Estos cambios de temperatura se producen cuando algo o alguien interfiere con el haz de luz, lo cual se interpreta como señal de que puede haber una persona.

Ventajas y desventajas de instalar barreras infrarrojas

Aunque las barreras infrarrojas son una buena solución para la vigilancia de un perímetro de seguridad exterior, para espacios interiores, sobre todo en viviendas familiares o áreas de tamaño relativamente reducido, en el mercado se ofrecen hoy en día soluciones mejores, especialmente desde el punto de vista de la instalación. De hecho, es en lo relativo al proceso de instalación donde las barreras infrarrojas presentan mayores desventajas. En contraste, la instalación de alarmas modernas y sistemas de detección de intrusos ofrece una alternativa más conveniente y eficiente, tanto para espacios interiores como exteriores. Estos sistemas pueden incluir no solo sensores perimetrales, sino también sensores de movimiento y contactos magnéticos que se integran de manera más sencilla y efectiva, proporcionando una protección integral y reduciendo los desafíos asociados con la instalación de barreras infrarrojas.

El hecho de que sea necesario instalarlas de a pares obliga a estudiar con detenimiento el terreno para cubrir todas las áreas pertinentes y, además, a ser cuidadoso a la hora de localizar el par de dispositivos, de modo que tengan una línea “visual” de contacto para funcionar efectivamente. En ambientes cambiantes, donde por ejemplo ocasionalmente se estacionen vehículos o donde haya zonas ajardinadas con plantas crecidas, estos obstáculos pueden dificultar el funcionamiento de las barreras infrarrojas.

Verisure cuenta con cámaras exteriores con sensores de movimiento infrarrojos, las que presentan diversas ventajas, entre ellas, que no tienen esta dependencia de un segundo equipo para funcionar efectivamente y, además, pueden ubicarse en altura, evitando así que cualquier tipo de obstáculo cambiante impida su correcto funcionamiento. Si requieres de más información sobre estos dispositivos, contacte con el equipo de Verisure.